-
Arquitectos: Isla Architects, Mori Meana Architecture
- Área: 166 m²
- Año: 2022
-
Fotografías:Luis Díaz Díaz
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En Luanco, un encantador pueblo pesquero asturiano, una familia buscaba una casa funcional, flexible y lúdica. El proyecto adopta un enfoque creativo en su interpretación de la estricta normativa tradicionalista, en un intento de re imaginar la casa típica de Luanco.
La parcela, entre medianeras, de planta trapezoidal estrecha y profunda, está flanqueada por un maizal al sur y un jardín con vistas al puerto de Luanco al norte. La profundidad de la planta hace necesaria la conexión entre las dos fachadas principales. Desde el vestíbulo de entrada se puede ver el gran comedor-cocina-salón que se abre generosamente al patio a través de una ventana abatible que difumina el límite entre interior y el exterior.
Una escalera serpenteante esculpe su paso a través de la casa, adaptándose para llegar en cada nivel al espacio central de la vivienda, lugar de conexión directa entre las dos fachadas. En la primera planta este espacio da acceso a dos dormitorios, a la lavandería y al cuarto de baño. En la segunda planta, la conexión entre las dos fachadas se realiza mediante la extrusión de la "ventana marinera", que en su intersección con la cubierta a dos aguas genera un espacio en cruz. Las ventanas enmarcan las vistas del puerto y las colinas adyacentes, y sirven como espacios flexibles: escritorio, zona de juegos, sala de estar o dormitorio. Las cuatro esquinas que rodean la cruz albergan tres estancias cerradas: un baño, un armario y un lavadero, así como una triple altura sobre el primer tramo de escaleras. Este espacio vertical conecta todos los niveles y aprovecha el efecto chimenea para refrigerar la casa de forma natural.
Los grandes huecos de la fachada se regulan con contraventanas tradicionales de madera, al igual que el cuarterón de la puerta principal, que permite la ventilación cruzada entre las dos fachadas además de controlar la privacidad de la vivienda. Las contraventanas, los aleros y otros detalles de la vivienda están pintados de un azul intenso, siguiendo la tradición local e integrando la casa en el colorido de la calle Soledad. El patio, delimitado por un muro de piedra existente en forma de herradura, extiende el suelo interior de la vivienda con islas de hormigón pulido que permiten integrar la vegetación autóctona. En el extremo norte se habilita una pequeña pila para refrescar los días más calurosos del verano.